Ante la situación de escasez severa que sufrimos este verano, que ha provocado que el Pantano de Iznájar se sitúe al 24,37 por ciento de su capacidad y tras analizar el escenario y atendiendo los indicadores pertinentes, la Delegación Municipal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Lucena y la empresa municipal Aguas de Lucena, ponen en marcha una serie de medidas para garantizar y mantener el suministro a la población. Dichas normas, que vienen estipuladas en un decreto municipal podrían ser más restrictivas, si la situación persiste y se agrava.
Beato anunciaba campañas publicitarias institucionales para desarrollar acciones encaminadas al ahorro de agua; mientras que Aguas de Lucena colaborará un plan de infraestructuras hidráulicas para el mantenimiento y reducción progresiva
de pérdidas en la red de abastecimiento.
Además, se establecerán restricciones y prohibiciones de determinados usos no esenciales de agua potable como la minimización de riegos en parques y jardines; suspensión de riesgos y baldeos de calles, plazas y vías públicas; parada y vaciado de las fuentes ornamentales; corte de abastecimiento en instalaciones cerradas o instalación de electroválvulas en los edificios municipales que interrumpan el suministro durante las horas en que estén cerrados o sin actividad.
Por parte de la empresa Aguas de Lucena, añadía Beato, se acometerá la reducción de las presiones de la red de abastecimiento durante la noche, se reforzarán las campañas de búsqueda y reducción de fugas en la red de abastecimiento y se reforzarán también las campañas para la detección de fraudes y usos indebidos de agua potable. Dichas medidas se están aplicando desde el pasado 6 de agosto. Las explicaba la edil de Medio Ambiente, Mamen Beato.
Si la situación llegase a escasez grave de suministro se barajan otro tipo de medidas como el corte del suministro por la noche o la prohibición de llenar piscinas particulares.
