Rugían las gradas del Estadio Municipal de la Línea de la Concepción previo al partido que iba a enfrentar a dos favoritos de la categoría por méritos propios, el equipo local, la Real Balompédica Linense y el visitante el CD Ciudad de Lucena.
Una preciosa mañana de domingo, con el mar de fondo, nos iba a dejar un partido atractivo para el espectador, con dos equipos que querían jugar a fútbol con todas sus líneas a pleno rendimiento. El Ciudad de Lucena salía con su “once de gala”, por su parte la Balona recuperaba efectivos y ponía al canterano Ismael en la defensa central el cual hizo un partido serio y contundente.
El equipo de Cobos salió a jugar, a buscar la victoria, a dar la cara y a no guardar la ropa. Un colosal Rafa Gálvez, se adelantó a todos los ataques de la Balona y tanto las jugadas al área desde fuera como las jugadas a balón parado fueron desactivadas por la eficaz defensa lucentina.
La primera parte fue de claro dominio visitante, la estrategia del Ciudad desde su inicio impidió al equipo de David Sánchez hacer su juego, la calidad en el centro del campo con Nacho y Alberto García es un tema aparte, pudo ser una de las mejores primeras partes de la temporada.
El colegiado Vázquez Hidalgo, quién estuvo poco afortunado, pitaba el descanso y la bajada a vestuarios. La reanudación del partido se hizo esperar debido a la indisposición de un aficionado que tuvo que ser atendido por los servicios médicos externos.
Segunda parte de empuje y juego valiente de la Balona, los primeros veinte minutos fueron un asedio constante en el área del Ciudad de Lucena, y gracias a una parada decisiva de Froilán Leal se evitó el primero de los blanquinegros. Las casi 3000 personas que estaban viendo el encuentro gritaron gol, pero el guardameta lucentino hizo su trabajo a la perfección. La lata no se abría y la trinchera del equipo de Cobos funcionó como un engranaje casi perfecto. Los cambios propiciaron más control y más piernas, la entrada de Jesús Martín y de Álvaro Toledano dieron más estabilidad y control al juego lucentino. El joven jugador Marcos Aceituno estuvo a punto de desequilibrar el marcador, pero la buena actuación del portero gaditano, Antonio Miguel, frustró lo que podría haber sido el gol de la victoria.
El saldo de tarjetas fue de 10 a lo largo del partido, cinco para cada equipo.
El Ciudad de Lucena rozó la victoria, la tuvo en los minutos finales del encuentro, al igual que la Balona, pero todo quedó en tablas entre dos favoritos de la categoría.
Puede ser un empate dulce para el Ciudad de Lucena que sigue invicto desde la quinta jornada, siempre y cuando el próximo partido en casa frente al Sevilla C se consuma con una victoria.
Eduardo Luna
