Según informa el diario ‘El Mundo’, la federación andaluza de UGT, en la etapa en que Manuel Pastrana fue secretario general de este sindicato, utilizó locales cedidos, de forma gratuita, por el Gobierno central para engañar a la Junta de Andalucía en la justificación de las subvenciones millonarias que recibió durante años para que impartiera cursos de formación.
A tenor de la información publicada por este rotativo, uno de esos locales fue la casa del pueblo de Lucena, compartida por el sindicato y partido socialista. ‘El Mundo’ ha podido averiguar que el sindicato se sirvió de 12 locales en Sevilla, Cádiz, Málaga, Huelva, Jaén, Granada y en nuestra provincia el ya reseñado de Lucena -todas las provincias andaluzas salvo Almería- para simular unos gastos de alquiler ficticios que le sirvieron para justificar ante el Gobierno andaluz las ayudas para los cursos que le había concedido.
Se trata de gastos irreales, porque UGT disfrutaba de todos esos locales a coste cero, ya que el Gobierno central, que es el verdadero propietario, se los cedió en virtud de la Ley 4/1986 de Cesión de Bienes del Patrimonio Sindical Acumulado. Éste es el nuevo hallazgo de las pesquisas que desde el mes de septiembre de 2013 sigue el Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla, sobre la presunta financiación irregular de UGT-A.
La Unidad Central Operativa de Delincuencia Económica (UCO) de la Guardia Civil, está rastreando todos los locales empleados por UGT-A para impartir cursos y que luego fueron utilizados para justificar subvenciones. Los investigadores ya habían descubierto el «artificio» empleado por UGT, al autoarrendarse las sedes para poder justificar así ante la Junta parte de las subvenciones que recibía para formación. Sólo entre 2009 y 2013, los gastos de alquiler superan los 4,11 millones, según un atestado de la UCO de julio de 2015.
