La aparición de una serie de hornos romanos durante las obras de la variante de la carretera A-331 puede suponer un nuevo retraso

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La aparición de una serie de hornos romanos durante las obras de la variante de la carretera A-331 puede suponer un nuevo retraso en la conclusión de esta infraestructura llamada a evitar el paso de los vehículos por el centro urbano de Lucena permitiendo conectar la Autovía del Olivar (A-318) a la altura de la rotonda de salida Lucena–Cabra con las localidades de Rute e Iznájar.

Cabe recordar que esta actuación, inicialmente fue adjudicada en el año 2010, aunque no se inició debido a la crisis económica y al ajuste presupuestario. Las obras contaban con un presupuesto de 7,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 20 meses y se adjudicaron a la UTE integrada por Isolux Corsán y General de Estudios y Proyectos y se pararon un mes más tarde.

A finales de abril de 2018, la empresa General de Estudios y Proyectos, una de las empresas que formaban parte de la anterior unión temporal, reiniciaba las obras de la variante de la carretera A-331 tras una paralización de casi un año. Un retraso que se produjo por la entrada en concurso de acreedores de la otra empresa, en concreto Isolux-Corsán.

Tras esta incidencia las máquinas comenzaron a trabajar en la zona de La Torca, en la intersección con la Vía Verde del Aceite e iniciaron las labores de arranque de la totalidad del olivar por donde discurre la nueva infraestructura y la colocación de las placas de hormigón de anclaje en diferentes zonas del trazado. Ahora tras el descubrimiento de estos hornos habrá que esperar a  la decisión que se adopte respecto a su conservación y si supondrá un nuevo retraso en el cumplimiento de los plazos previstos para su ejecución de esta variante.