La jornada del domingo de pasión es, sin lugar a dudas, uno de los días más bonitos que vive Lucena desde bien temprano. Desde el barrio de Santiago con la Soledad pasando por la calle Ancha con la dulce niña del Divino Consuelo acompañada de San Juan pasando por la parroquia mayor de San Mateo donde los titulares de la Hermandad del Amor recibían la visita y veneración de los fieles. El Cristo del Amor se expuso en besapies en un cuidado altar, el cual, para la ocasión se disponía en un lateral del altar mayor quedando el otro lateral para la Virgen de la Paz y el misterio, recién estrenado, del Señor de la Crucifixión el cual seguía expuesto desde el viernes tanto la imagen del Señor como las figuras del misterio, obra de Francisco Javier López del Espino.
Bajando por la calle del Señor, popularmente conocida así por los más mayores, llegamos a San Francisco donde el Señor Resucitado fue expuesto en besapies, siendo esta la última vez que la actual imagen procesionará por las calles de nuestra ciudad ya que en 2025 se espera que la hermandad franciscana estrene nueva obra del escultor López del Espino.
En la calle del Agua, en la ermita de Dios Padre, la bellísima ermita trinitaria, se encontraba expuesto en besamanos la imagen de Jesús Preso, el marco de la hermosa capilla es el más bello joyero para el Preso de los Mora.
Ya, en la parroquia del Carmen, el Señor de la Humildad, sedente y apoyado sobre la columna esperando el momento de su crucifixión se nos mostraba también en besapies.
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