A las seis en punto y en frío de la madrugada, con un viento helador que presagiaba lluvia, el Señor, Jesús, tiñó de morado la madrugada. Todo se volvió a cumplir, a un ritmo más acelerado, pero el Señor, quiso devolver a Lucena la fe que deposita cada día del año en Él.
Tras el miserere y la bendición y por el itinerario más corto, el Señor, volvió a su capilla, todo en tres horas que, aunque cortas, supieron a Viernes Santo pleno, hermoso, bello, intenso… Lucena en estado puro.
Un resumen del Viernes Santo por la mañana de la mano de @gitanitofotografia @gitanitophoto para Videoluc TV.