Durante la celebración de la Ofrenda de Frutos a María Santísima de Araceli, Valle García Sánchez, directora gerente del Hospital Reina Sofía de Córdoba, ha pedido a la Virgen “que vele por una región que encuentra en sus CULTIVOS y en su SANIDAD ejemplos de excelencia y motivos para un tremendo orgullo. SALUD y NATURALEZA van unidas, comparten pilares esenciales. Una alimentación equilibrada y saludable juega un papel fundamental en la prevención de enfermedades”
García Sánchez ha ofrecido a María Santísima de Araceli, los frutos del campo andaluz junto a un vial de la vacuna del COVID ya inoculado, y ha implorado a Nuestra Madre que “sigas protegiendo las manos y el alma de todos aquellos que cuidan de la tierra y de nuestra salud para que no nos falte una BUENA COSECHA, para que no nos falte una BUENA SALUD”.
En una ofrenda en la que ha destacado la importancia de los frutos del campo para la salud, la directora del centro sanitario cordobés ha explicado que durante la pandemia “los agricultores han cumplido una función social, primordial, produciendo alimentos sanos y de calidad para la sociedad” porque dijo, “nos habéis abastecido con productos de la tierra a diario”.
Así mismo, ha reconocido el trabajo de los profesionales de los centros sanitarios “que también hemos tenido que lidiar faenas complicadas en nuestro propio campo de batalla”, “doblegando fuerzas para darlo todo, nos hemos unido en la misma dirección”. Y añadió que “nuestra voz y nuestros ojos han comunicado como nunca, voces y miradas que demostraban a nuestros pacientes que estábamos a su lado, detrás de múltiples capas de protección, pero a su lado”.
Valle García Sánchez ha pedido por “las manos de hombres y mujeres del CAMPO para que nos sigan abasteciendo de alimentos: aceite de nuestros olivos, frutos rojos y tropicales, productos ibéricos y vino de las bodegas para celebrar la vida.
A la conclusión de la Eucaristía daba comienzo la Jornada de Puertas Abiertas del Camarín de María Santísima de Araceli, en la que más de 5.000 devotos aracelitanos acudieron al Real Santuario Diocesano de Aras para despedirse de su Madre, que hoy es trasladada a Córdoba para ser restaurada en los talleres de REGESPA.
La apertura del Camarín se producía a las 13:00 horas y ya eran numerosos los fieles que aguardaban en la explanada del Santuario para contemplar a la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz y pedirle que durante los cinco meses de ausencia siga protegiendo a sus hijos desde la distancia.
Momentos de oración, de recogimiento, de súplicas y agradecimiento se han sucedido a las plantas de la Virgen en una jornada en la que el sentimiento de tristeza por la marcha de Nuestra Madre se veía reflejado en los rostros de los aracelitanos.