Los institutos de Lucena se adaptaban a la nueva normalidad con la apertura de puertas y el recibimiento de los alumnos de cara a un complicado curso escolar marcado por el Covid-19. En todos los casos, los ciclos de primero y segundo de ESO recibirán formación presencial, siempre adaptadas al nuevo protocolo y al cumplimiento exhaustivo de las normas de seguridad. La situación cambia a partir de tercero de Educación Secundaria Obligatoria, donde en Institutos como el Clara Campoamor o el Sierra de Aras, han optado por clases telemáticas que serán seguidas por la mitad de la clase desde casa en días alternos. El objetivo es cumplir el ratio tanto en la clase como en el patio y los espacios comunes.
La profesora de inglés del Instituto Clara Campoamor, Marta Olmo, explicaba el trabajo desarrollado por el equipo directivo de este centro y la disposición de alumnos y padres a acatar las nuevas normas de trabajo que se han planteado en beneficio de todos.
Los alumnos se congregaban en la puerta de entrada con ganas de iniciar una rutina muy esperada, y con los nervios propios de un nuevo curso escolar que se incrementan con el inicio de una nueva etapa que les lleva a continuar su formación en uno de los institutos con los que cuenta la ciudad.
En el Instituto Sierra de Aras, también se han adoptado distintas medidas contempladas en la normativa Covid, como la presencialidad en primero y segundo de Educación Secundaria Obligatoria, clases telemáticas por días alternos, a partir de tercero de la ESO, y asistencia a clase en los ciclos formativos. Teresa Sánchez, directora de este centro educativo quiso transmitir optimismo y tranquilidad tanto a niños como a padres en este complicado inicio de curso.
El Instituto Juan de Aréjula, por su parte, cuenta este curso escolar con un total de 850 alumnos. En este caso, no se ha optado por clases telemáticas, si no por jornadas semipresenciales en tercero y cuarto de ESO y primero de Bachillerato. En segundo de Bachillerato, los alumnos acudirán al centro cuatro días a la semana, de manera presencial, mientras que los ciclos formativos, están ultimando la manera de desarrollar su formación, aunque se apuesta por una educación íntegramente presencial debido a la importancia de las clases prácticas que tienen que desarrollar los alumnos a lo largo de todo el ciclo.
El resto de Institutos han optado por modelos similares, con el objeto de llevar a cabo una formación adecuada a la situación actual, y siempre pensando en lo mejor para los alumnos, para que reciban una completa formación siempre con la mayor seguridad.