El Parque del Cascajar se mantiene sumido en el abandonado, una situación que se ha ido agravando en los últimos años. Por ello, la ciudad ha perdido el que antaño estuviera considerado como uno de sus principales pulmones naturales justo dentro del casco urbano. Los vecinos denuncian que la basura ha invadido la mayor parte de los rincones de la superficie de este parque, por el que discurre el cauce del río Lucena. Además, poco a poco han ido desapareciendo los elementos del mobiliario urbano instalado hace unos años dentro de un programa de actuaciones realizado al efecto y con el que se apostaba por la revitalización de una zona que tuvo en su día gran importancia para el ocio de los vecinos.

Hay que tener en cuenta que este parque contaba con una fuente que en su momento surtió de agua potable a numerosas familias lucentinas, sobre todo en los años de dura sequía. Dicha fuente está desaparecida y posiblemente enterrada en el barro. El parque del Cascajar estuvo incluido dentro de las actuaciones del Plan del río Lucena, que se quedó paralizado ya hace años, pese a que contó con inversiones de más de 10 millones de euros. Ya hace una decena de  años se denunció dicha paralización, si bien la intervención en esta zona parece aún mucho más difícil al haberse agotado los más de diez millones de euros que la Junta invirtió  en dicho plan. Cuando se anunció el mismo se informó que la ciudad contaría con un parque urbano a lo largo del río desde el puente de Córdoba hasta el de la Torca, comprendiendo, por tanto, El Cascajar.

Sin embargo, estas actuaciones siguen pendientes y si bien en El Cascajar se actuó algo en el cauce, el mismo se dejó demasiado estrecho, con lo que las crecidas del río han eliminado su utilidad, dado el abandono al que está sometido. De esta forma, el proyecto de integración ambiental y paisajística de este parque sigue pendiente. El Cascajar siempre fue un pulmón natural de la ciudad y hace una treintena así lo entendió el Ayuntamiento, y en el mandato del alcalde  socialista, Miguel Sánchez González se llevó a cabo la instalación de bancos y farolas en este lugar, un equipamiento que fue destruido progresivamente tanto por los efectos de las inundaciones como a consecuencia de los actos vandálicos. Según el Cronista Oficial de la ciudad, Francisco López Salamanca, este manantial es conocido históricamente es citado en escritos de 1537, donde se indica que fue descubierta por los moros, y su potente alameda fue explotada en el siglo XVI.