En un recuerdo que se antoja imperecedero, la ciudad de Lucena ha querido mantenerse vinculada para siempre con Manuel Lara Cantizani al rotular con el nombre del poeta lucentino el Auditorio Municipal, edificio emblemático de la cultura lucentina de la que siempre fue un discípulo aventajado.
Con la presencia de familiares, amigos y parte de la Corporación liderada por el alcalde, Juan Pérez, anoche se completaba un proceso que se puso en marcha nada más fallecer Lara Cantizani, en febrero de 2020, y que reunió en una primera fase el apoyo de miles de firmas de colectivos y personas de Lucena, a lo que siguió un acuerdo en Pleno que se materializaba, por fin ayer, un 6 de mayo en el que el también político en el Ayuntamiento lucentino hubiera cumplido 53 años.
La Concejalía de Cultura ha hecho coincidir este acto de nominación del Auditorio con la resolución del I Premio Nacional de Poesía Ciudad de Lucena Lara Cantizani, un nuevo concurso en la disciplina literaria que más cultivaba el escritor de haikus y que en su primera edición ha reunido la participación de 247 obras en las tres categorías convocadas.
El escritor, traductor y poeta Antonio Rivero Taravillo, con el libro de poemas titulado ‘Los hilos rotos’ (publicado por la editorial Reino de Cordelia), recogía el Premio ‘Lara Cantizani’, completando la nómina de ganadores el poeta lucentino Javier Cárdenas García en la modalidad de Haiku Prometeo con ‘Las cuatro estaciones de Comares’ y las escritoras lucentinas Rocío Luque, Sara Luque, Verónica Lara y Araceli Lara, en la modalidad de Haiku Sefardí, con ‘Cantos de bronce’.
Los versos y las anécdotas protagonizadas por Manuel Lara estuvieron presentes en los discursos pronunciados durante toda la velada, convertida finalmente en un abrazo eterno a la figura de un hombre al que se le definió como “un agitador cultural”, “creativo e innovador”, “amante de la cultura y de Lucena” y “persona que entraba siempre en tu vida sin pedir permiso, como lo hace su obra poética”.
Durante su intervención, Juan Pérez glosó parte de los méritos profesionales de Lara Cantizani, autor de poemarios individuales (Yo maté al cisne, 1994; Poemas adúlteros, 1996; Todo lo que sé de ti y otras mentiras, 1999; Incultura clásica, 2002; Versos, 2002; Los 4 elementos, 2004; El invernadero de nieve, 2007) y antologías poéticas, editor de numerosas publicaciones y ampliamente premiado en certámenes. En 2018, mientras luchaba contra su enfermedad, promovió la obra Haikus del buen amor desde Lucena (y el mundo), cuyos beneficios fueron destinados a la Asociación Española Contra el Cáncer.
También hubo mención a su especial vinculación al Auditorio Municipal, pues su “tenacidad y constancia”, como miembro de la Corporación municipal, por involucrar a la Consejería de Cultura en la financiación de la construcción de este espacio para la cultura resultó determinante para que pudiera abrir sus puertas en 2014.