Se trata de una actuación que lleva a cabo la empresa Todos San Pablo de Córdoba capital. La firma presentó un presupuesto de alrededor de 93.000 euros superando la subvención de Diputación provincial para este concepto que asciende a 70.000 euros.
La adjudicación del contrato a esta empresa, el pasado ejercicio, también contemplaba el montaje y desmontaje del entoldado en los dos siguientes ejercicios, por lo que el gasto que supone estaría dentro de la subvención aportada por el ente provincial, al menos hasta 2019. El contrato determinaba también la posibilidad de ampliar el contrato por dos ejercicios más, asumiendo el ayuntamiento el coste correspondiente.
La instalación de estos toldos, y más en concreto el aspecto que mostraban suscitó distintas críticas por parte de la ciudadanía y también de los grupos de la oposición. En este sentido, el portavoz del PP, Paco Huertas, calificaba de de chapu0za dicha instalación. Los populares se cuestionaban dos temas, quién había autorizado la forma triangular de los toldos, y cuando se había comunicado esa decisión a los grupos políticos de la oposición y a la ciudadanía.
El alcalde de Lucena, Juan Pérez pedía paciencia a los lucentinos en relación con el entoldamiento de las calles del centro de la ciudad, consciente del malestar suscitado entre los ciudadanos por lo que sugería esperar a que se completase el proceso.
En cuanto a la separación entre toldos y entre estos y las fachadas de las viviendas el primer edil se basaba en el proyecto para explicar que estaba prevista una distancia de 30 centímetros en el primer caso y de entre 50 centímetros a 1 metro en el segundo. Además, explicaba a finales de agosto del pasado año, que el color también estaba fijado en proyecto al igual que la inclinación de algunos de los toldos. Además quiso dejar claro que se había querido evitar la colocación de elementos portantes en determinados puntos, como las intersecciones, para no saturar unas calles de por sí ya colmadas con mobiliario urbano.