Definitivamente el actual C.D. Ciudad de Lucena no cuenta con la suerte que suele tener un equipo campeón. De su visita al Nuevo Arcángel, los lucentinos se marcharon de vacío por su poca contundencia, tanto en defensa como en ataque, sin embargo, cuando se dieron situaciones donde la fortuna tiene un papel determinante en un deporte como el fútbol ésta siempre cayó del lado del Córdoba B.
No obstante, el comienzo del derbi fue trepidante con tres goles en 18 minutos. El Ciudad de Lucena entró muy bien en el partido adelantándose en el marcador, minuto 7, con un buen gol de cabeza de su goleador Diego Domínguez. Sin embargo, a los 14 minutos de partido, en el primer acercamiento del Córdoba la fortuna se alía con Abreu en un disparo, que seguramente iba fuera pero, tras tocar en la espalda de Jalid, termina en el fondo de la portería lucentina.
Un jarro de agua fría para el equipo de Falete que fue perdiendo su dominio inicial en favor de un Córdoba que poco después, en el minuto 18, consiguió voltear el resultado con un nuevo gol de Abreu en una jugada digna de otra categoría. En poco más de un cuarto de hora, el encuentro había pasado de la alegría visitante al crecimiento en el juego de un filial que se quedaba con un jugador menos a falta de 3 minutos para llegar al descanso tras la expulsión de Aníbal por doble cartulina amarilla.
Una circunstancia que debía aprovechar el Ciudad de Lucena para decantar el partido a su favor. Precisamente, en el arranque del segundo acto, minuto 2, el equipo lucentino estuvo cerca del empate pero la suerte de nuevo se decantó para la escuadra de Diego Caro, con un disparo de Jalid que se estrella en la base del poste de la portería cordobesista.
Gracias a su superioridad numérica, el segundo periodo se convirtió en un monólogo de dominio lucentino pero sin la contundencia necesaria en las oportunidades de cara al marco contrario. El gol se le resistía al Ciudad de Lucena hasta que Dani Espejo se aprovecha de un rechace del portero local para colocar el empate en el marcador a falta de 10 minutos para el final. Un empate que no saciaba la ambición de un necesitado Ciudad de Lucena que, en los minutos finales, estuvo cerca de romper la hegemonía del líder en su campo con sendas ocasiones para Antonio Pino.
Cuando el derbi agonizaba y estaba más cerca el triunfo visitante, el Córdoba B se aprovecha de la escasa contundencia lucentina, ahora en defensa, para alcanzar la gloria con un gol in extremis, minuto 95, de Calero. Una derrota muy cruel para un Ciudad de Lucena que, como mínimo, mereció el empate en la capital cordobesa.
A partir de ahora, toca reforzar la plantilla lucentina y luchar durante 14 semanas por alcanzar el playoff de ascenso. La primera batalla será el próximo domingo, a las 5 de la tarde, con la visita del CD Rota al estadio Ciudad de Lucena.