El pasado 12 de diciembre de 2022 fue publicado en la prestigiosa revista American Journal of Biological Anthropology el artículo titulado A human lower third molar from the Acheulean site of Cueva del Ángel sobre el hallazgo y estudio del primer resto humano (un molar) encontrado en la Cueva del Ángel de Lucena.
El estudio está firmado por diversos integrantes del equipo de investigación liderado por Cecilio Barroso que, desde 1995, viene desarrollando la excavación y estudio del yacimiento, y pertenecientes a instituciones como la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana (Lucena, Córdoba), el Muséum National d’Histoire Naturelle de París, el Centre Européen de Recherches Préhistoriques (Tautavel, Francia), la Université de Perpignan – Via Domitia y la Universidad de Sevilla. Al estudio se han sumado investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos, como José maría Bermúdez de Castro, codirector de los yacimientos de Atapuerca y uno de los mayores expertos sobre dentición de homininos a nivel mundial.
La aparición de este molar sitúa a la Cueva del Ángel entre los escasos yacimientos andaluces que han proporcionado fósiles de homínidos.
El espécimen fue hallado casualmente en el verano de 2019, en la excavación preventiva de este año se realizaron algunos hallazgos de superficie. Entre éstos, se recogió un bloque de brecha (sedimento fuertemente cementado), en cuyo interior se encontraba el molar que se preserva en dos fragmentos (la corona, por una parte, y la mayor parte de la raíz, por otra) en un buen estado de conservación.
La antigüedad estimada para el molar de la Cueva del Ángel es de 104.300 años, lo que lo sitúa en la última fase de ocupación del yacimiento antes del colapso de la cueva. De este modo, el molar de la Cueva del Ángel es el fósil humano más antiguo de la provincia de Córdoba y uno de los más antiguos de Andalucía, El molar de Lucena se encuadra en el inicio del Pleistoceno Superior, en una fase climática denominada Estadio Isotópico Marino 5, cuando el continente estaba habitado por neandertales tempranos.
En definitiva, el molar de la Cueva del Ángel es un tercer molar mandibular perteneciente a un neandertal temprano con una antigüedad de más de 100.000 años. Este hallazgo responde al duro trabajo que el equipo de investigación lleva desarrollando en el yacimiento de forma altruista desde 1995, y que ha permitido conocer en profundidad los hábitos de vida y el comportamiento de esta población prehistórica. Este fósil supone la primera pieza para, además, poder caracterizar a estos humanos y comprender sus relaciones con otras poblaciones del Pleistoceno. Sin duda, el excepcional yacimiento de la Cueva del Ángel arrojará más fósiles humanos que aportarán nuevos datos, esperando a que se permita continuar su excavación.