El pantano de Iznájar se encuentra al 25 por ciento de su capacidad en un año marcado por la sequía

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2015

La falta de lluvia en este año agrícola ha provocado que la cuenca del Guadalquivir, donde se encuentra el Pantano de Iznájar se encuentre en una situación de sequía.  Aunque de momento se garantiza el suministro para el consumo humano esta falta de agua  pone en riesgo el regadío agrícolas.

En este sentido, un informe de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganadores alerta de que en caso de que siga sin llover de manera significativa en las próximas tres o cuatro semanas los cultivos de secano podrían ver afectado su rendimiento entre un 60% y un 80%.

El embalse de Iznájar, el de mayor capacidad de toda Andalucía, presenta actualmente una pequeña lámina del agua, con un almacenamiento del tan sólo el 25 por ciento, 9 puntos por debajo de la capacidad de hace un año, y muy lejos del 62 por ciento de agua con la que contaba hace una década.  La situación actual no se produce desde la seguía de los años 1993 a 1995.

Ante esta situación, esta misma  semana se reúne la comisión de desembalses de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para decidir si finalmente habrá riego para los cultivos en regadío o si se restringen mucho más de lo que ya se ha hecho, porque este 2022 es el tercer año de sequía en nuestra región

En general, los embalses de la cuenca del Guadalquivir no llegan al 30 por ciento. En estos momentos hay 700 hectómetros cúbicos menos que hace un año. Con estos datos, la situación del campo comienza a ser crítica. Y hay otros efectos: se adelantan las alergias y las plagas típicas de la primavera. No obstante, las previsiones  meteorológicas pronostican algunas precipitaciones para finales de semana y principios de la siguiente, que esperemos se cumplan y sean el inicio de un final de invierno y una primavera lluviosas que nos permitan llenar los pantanos de la cuenca.