La conservación de su identidad clave para la confianza de los hermanos en la restauración de la Virgen de Araceli

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Más de cien hermanos de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli han aprobado que la imagen de la Virgen de Araceli y su Niño se someta a una restauración con la premisa de que no pierdan su identidad.

 

Durante la celebración de la Junta General, el hermano mayor de la cofradía aracelitana, Rafael Ramírez Luna, explicó a los asistentes que en el año 2016, la restauradora Ana Infantes realizó un primer estudio del estado de la imagen de la Virgen en el que se ponía de manifiesto el mal estado de conservación de la efigie y aconsejaba su restauración, una opinión que se ve reforzada en un reconocimiento efectuado a la imagen en 2019 por técnicos del Instituto Andaluz de Patrimonio que aconsejan la realización de un estudio pormenorizado para cuantificar la intervención necesaria.

 

Del mismo modo, Ramírez explicó que para acometer la restauración, “se contratará uno de los mejores restauradores elegido por la Obra Pía, la Junta de Gobierno y una comisión de técnicos especializados”. El restaurador designado realizará el análisis pormenorizado de la imagen y el proyecto de intervención que se presentará a la convocatoria de subvenciones de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico para la conservación-restauración e inventario de bienes del patrimonio histórico de carácter religioso al objeto de obtener una ayuda para la financiación de la actuación.

 

Sobre la intervención, Rafael Ramírez ha destacado que se exigirá al restaurador que “se realice una consolidación manteniendo la identidad de la Imagen”, y se realizará un contrato de confidencialidad para que no se publiquen fotografías del proceso de restauración.

 

Por otra parte, el hermano mayor destacó que la actuación se hará pensando en plazos establecidos y buscando que no coincida con fechas señaladas en la devoción aracelitana e intentando que la Virgen de Araceli no salga de Lucena.

 

La Fundación Obra Pía de María Santísima de Araceli, propietaria de la imagen y quien ostenta la facultad para autorizar la intervención, aprobó la semana pasada la restauración supeditándola a la decisión de la Junta General de hermanos de la Real Archicofradía que con su aprobación permitirá el inicio del proceso de restauración de la imagen de la Patrona de Lucena.