Esta infraestructura de 22 kilómetros de recorrido presenta, dado su avanzado estado de deterioro por ser una obra que se remonta a los años 60 del pasado siglo, genera pérdidas del 50% del agua que conduce hasta los depósitos de La Calzada, punto de entrada del agua potable a la ciudad. Ante esta pérdida de agua en la red de conducción, Aguas de Lucena se ve obligado a comprar agua para completar el abastecimiento de la ciudad, en lo que viene invirtiendo, según el año, entre 1 y 1,2 millones de euros.
La sustitución de la conducción por una infraestructura nueva tiene un coste de 7.236.402 euros, IVA incluido (en este tipo de obras, el IVA finalmente decaerá).
Para sufragar parte de esta obra, el Ayuntamiento de Lucena aprobó solicitar un préstamo (actuando como avalista de Aguas de Lucena) de 5.050.000 euros, que se devolverá en un plazo de 15 años con un tipo de interés fijo del 2,5% y dos años de carencia.
Ahora se ha aprobado en Pleno, con el voto en contra del PP, la aprobación de un canon de mejora que en la práctica traslada la financiación de estas obras a los usuarios. Este canon empezaría a pagarse en 2022 y supondrá para una familia media de 4 personas que consuma entre 45-50 metros cúbicos un incremento en la factura trimestral de unos 9 euros. El canon estará vigente durante 15 años, el plazo de amortización del préstamo.
Tras la aprobación en Pleno, es indispensable que la Junta de Andalucía apruebe este canon antes de que entre en vigor.
Desde el Ayuntamiento de Lucena, se entiende que esta infraestructura, con un periodo de vida útil de 40 años pero que en 15 años estará amortizada, permitirá ahorrar la cantidad importante de dinero que se invierte actualmente en la compra de agua, además de los beneficios medioambientales, al aprovechar toda la concesión de agua de la que dispone el Ayuntamiento.
El estudio financiero-económico diseñado por Aguas de Lucena ya anuncia un incremento de las tarifas del agua de un 5% para el año 2029, antes se descarta que haya nuevas subidas. Recordemos que las tarifas de agua se subieron en 2019 un 6%, respecto a los precios que se habían acordado en 2012 (última subida anterior). Sobre este precio fijado el año pasado, se considera que la subida que se proyecta para 2029 vendrá a ser similar a lo que suba el IPC desde la actualidad hasta ese año.