El bombero Miguel Roldán explica su experiencia en el rescate de personas en el Mediterráneo

0
1683

El bombero del Ayuntamiento de Sevilla, Miguel Roldán Espinosa llegaba a Lucena  de la mano de Lucena Acoge con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Personas Refugiadas.

Roldán, natural de Cuevas Bajas contaba su experiencia en el rescate de personas en aguas del Mediterráneo y explicaba su caso, debido a que ha sido acusado de tráfico de personas, por parte de la justicia italiana, por colaborar con la organización alemana Jugend Rettet, en junio de 2017, en misiones de salvamento frente a las costas de Libia.

El bombero cordobés explicaba que el juicio se iniciará previsiblemente a finales de este mismo año, aunque confesó que lo que menos le importa es que pueda acarrearle penas de prisión, manifestando el privilegio que supone  ser ciudadano europeo. Con estos coloquios, pretende seguir dando voz al Mediterráneo para que se conozca lo que está sucediendo y empezar a concienciar a la ciudadanía con el objeto de solucionar con premura la situación.

Según explicaba, actualmente, en Libia, país donde desarrolló esta labor humanitaria, las milicias controlan a las personas a las que tratan como esclavos.  Roldán solicita atajar este problema que está causando la muerte de miles de personas, con la intervención en el país de origen, o al menos, dijo, contando con profesionales en estos puntos que puedan dedicarse a salvar vidas.

Esta actividad servía para clausurar las jornadas “Refugiarte” que a lo largo de los últimos días celebra Lucena Acoge. Además, también ha tenido lugar la lectura del Manifiesto del Día Internacional de las Personas Refugiadas en  el que se aboga por establecer un sistema flexible en cuanto a la atención e las personas y sus familias; transponer las directivas europeas, entre ellas la de acogida para garantizar unas condiciones dignas para todas las personas; desarrollar el Reglamento de la Ley reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria y asegurar que ninguna persona solicitante de asilo pueda ser deportada por las graves consecuencias que esta decisión implica.