Durante la misma los representantes vecinales pusieron de manifiesto distintas cuestiones que les preocupan como la suciedad de Lucena y principalmente en los barrios y el vallado de solares que no están edificados, solicitaron que las máquinas barredoras salgan del centro y trabajen también en la periferia. En otro orden de cosas solicitaron que se elabore un orden de prioridad a la hora de actuar en los barrios, interviniendo donde sea más necesario.

Otra queja generalizada de las asociaciones es el exceso de burocracia y la lentitud de todos los trámites que estas tienen que hacer con el Ayuntamiento, como ejemplo pusieron que hay presentadas justificaciones de la subvención desde el mes de febrero y todavía siguen sin ser aprobadas por el ayuntamiento.

Los vecinos de Campo de Aras, solicitaron se les tenga más en cuenta sus demandas ya que a pesar de no estar en el núcleo urbano pagan sus impuestos y hay asuntos como el de seguridad que el yuntamiento está obligado a atender.

Para terminar manifestaron que con la subvención actual de 16.000 € poco se puede hacer y es a todas luces insuficiente teniendo en cuenta que existen más de 20 asociaciones de vecinos y 14 son muy activas teniendo que repartir este dinero entre todas por lo que la que más recibe está en torno a los 1.500 €.

Por su parte el candidato a la alcaldía por el PP, manifestó estar de acuerdo con estas demandas y prometió la creación de una verdadera delegación de barrios que sustituya al planteamiento actual del PSOE que ha sido un total y absoluto fracaso, donde los vecinos no saben qué concejal es el de su barrio y lo que es peor, algunos concejales no saben a qué barrio están adscritos. Además se comprometió a realizar un plan de choque de limpieza como así lleva el PP demandándolo durante los últimos años, una subida progresiva en la subvención y una información inmediata de los proyectos municipales, para entre todos marcar la prioridad y lo último pero no menos importante, salir a la calle, visitar barrios, conocer las demandas y necesidades de la gente manchándose los pies de barro, cosa que ahora no ocurre con un alcalde que pasa más hora en su despacho “escondido” que dando la cara a los ciudadanos.