El Pleno aprobaba con el voto en contra de Izquierda y a favor del resto de grupos políticos, el Protocolo General de Actuación entre el Servicio Andaluz de Salud y el Ayuntamiento de Lucena para la construcción de un nuevo Centro Sanitario.

 Este documento firmado por el alcalde, Juan Pérez,  estaba pendiente de la aprobación del Pleno en el mes de noviembre, aunque se demoró la ratificación a la espera de la formación del gobierno autonómico. El protocolo compromete al Ayuntamiento a dotar a la parcela de suministro de agua potable, con caudal y presión suficiente, así como al suministro de energía eléctrica y alcantarillado, un sistema de evacuación de aguas, el  desplazamiento de la línea de alta tensión y eximir de tributos al centro una vez pase a integrar parte del patrimonio autonómico. Por su parte el Servicio Andaluz de Salud de la Junta se compromete a contratar con cargo a su presupuesto la redacción del Estudio Geotécnico y Topográfico, la redacción de proyecto de ejecución y dirección de obra del centro, contratar las obras y una vez finalizadas, equipar el mismo y dotar del personal, sanitario y no sanitaria, hacerse cargo del mantenimiento de edificio, de sus instalaciones y ponerlo en funcionamiento.

El alcalde, Juan Pérez, enumeraba las cuestiones que le preocupaban ante las recientes declaraciones del Consejero de Salud, Jesús Aguirre hablando de un CARE, y no de un Chare, así como de que los especialistas se desplazarían al centro sanitario tan sólo dos días a la semana.

Desde Izquierda Unida, su portavoz, Miguel Villa, solicitaba al alcalde la retirada del punto para seguir reivindicando la mejor infraestructura sanitaria que merece la ciudad. Según Villa, el protocolo tan sólo es un acuerdo político que se ha visto modificado con el nuevo consejero. El portavoz de Izquierda Unida, manifestó que según las afirmaciones de Jesús Aguirre, el CARE es un nuevo ambulatorio y que se acabó el hospital para Lucena.

Por parte del Partido Popular, Francisco Huertas recriminaba al alcalde que tratase de confundir a los lucentinos con las palabras del consejero. Además ponía de manifiesto el hecho contrastado con la Consejería de Salud sobre la falta de Presupuesto para la ejecución, sobre el que se le había  trasladado “que solo se había previsto 1.100.000 euros para la redacción del proyecto y con un aplazamiento de pagos a dos años, y destacaba la idea del Consejero de Salud de acelerar el proyecto. Finalmente el punto salió adelante con el único voto en contra de Izquierda Unida.