Tras un acentuado debate que se convirtió en el que sin lugar a dudas fue el punto más interesante del orden del día del pleno de junio, los grupos municipales de Partido Popular, Ciudadanos e Izquierda Unida votaban a favor de la moción presentada conjuntamente y en la que solicitaban la reprobación tanto del alcalde de Lucena, Juan Pérez, como de la concejal delegada de Fiestas, María del Mar Morales, por las presuntas irregularidades en los contratos llevados a cabo con motivo de la Feria del Valle.
El portavoz de Izquierda Unida, Miguel Villa, fue sin lugar a dudas el más duro en su exposición, señalando que con esta moción pretendían desaprobar con absoluta contundencia la actitud del alcalde en la gestión de este asunto. En este sentido, reprochó al primer edil lucentino, el ninguneo y desprecio que hizo a Izquierda Unida al infravalorar los votos de esta formación que le permitieron convertirse en alcalde. Villa, solicitó a Pérez, en un tono muy serio y contundente, que se sometiese a una moción de confianza para comprobar si a la fecha actual el alcalde cuenta con el respaldo de la corporación en su mandato.
Desde el Partido Popular, Francisco Aguilar, indicaba que no iba a permitir que desde el equipo de gobierno se dijese que en las actas de la investigación no venía recogida ninguna irregularidad y reprochó que la edil de fiestas no haya querido dar explicaciones sobre este tema así tampoco como la empresa con la que se cerraron los contratos.
La portavoz de Ciudadanos Lucena, Purificación Joyera, explicaba que la reprobación es un reproche público que manifiesta la mayoría de la corporación tanto al alcalde como a la edil de Fiestas. En el caso del primer edil lucentino, la portavoz de Ciudadanos, le recriminó que no dejara a la oposición libertad para investigar lo sucedido ni para exponer razonamientos.
El alcalde, Juan Pérez, quiso justificarse ante Izquierda Unida, explicando que nunca quiso herir la sensibilidad de sus antiguos socios de gobierno, aunque manifestó que no entendía “como el no cese de la edil de Fiestas podía suponer la pérdida de la confianza”. Desde el Psoe abogaron por no realizar un juicio paralelo entre los grupos políticos, y recordó que la situación ya está en el juzgado por lo que sentenció, “el tiempo pondrá a cada uno en su sitio”. Pérez manifestó que aceptaba la reprobación, aunque consideró un gravísimo error judicializarlo todo, cuando la edil de Fiestas, dijo, sólo había procedido como todos los que la habían precedido en este cargo.