Lucena acompañó este domingo de forma multitudinaria a María Santísima de Araceli, patrona de Lucena y del Campo Andaluz en su regreso al Real Santuario. A las siete de la mañana tenía lugar la misa de romeros en la iglesia mayor parroquial de San Mateo, que estuvo presidida por el vicario parroquial, David Matamalas Manosalvas y en la que participó el coro “la buena gente”.
En representación del cuerpo de la Guardia Civil, institución encargada de la santería de la Virgen de Araceli, asistieron Manuel Contreras, General Jefe de la IV zona de la Guardia Civil de Andalucía; Francisco Fuentes Delgado, Coronel director de la Academia de Oficiales de la Guardia Civil, Juan Carretero, Teniente Coronel Jefe de la Comandancia de Córdoba y Emilio Muño Arcos, Comandante Jefe de operaciones de la Comandancia de Córdoba. Por parte del ayuntamiento asistió el alcalde, Juan Pérez y miembros de la corporación municipal así como la aracelitana mayor y su corte de damas de honor.
La Virgen, vestida de verde, lucía el fajín de gala del General de la Guardia Civil, Francisco Gálvez, recientemente fallecido, y el niño un alfiler de oro en forma de tricornio. A las plantas de María fue colocado un tricornio de gala, regalos ambos del manijero, el Capitán José Antonio Montes y de su cuadrilla formada por integrantes del cuerpo de la benemérita.
Tras unos instantes de incertidumbre a causa de la climatología la patrona de Lucena abandonaba el templo de San Mateo acompañada por multitud de devotos aracelitanos y escoltada por tres miembros de la Guardia Civil de la unidad de gastadores y un escuadrón de caballería formado por cinco agentes uniformados de gala.
La Virgen de Araceli lucía espléndida sobre su trono romero y su recorrido procesional estuvo acompañado musicalmente por la Agrupación Musical Stmo. Cristo de la Humillación y la Sociedad Didáctico Musical de la Banda de Música de Lucena. En la puerta de la Mina, como manda la tradición, la procesión fue despedida por autoridades y algunos lucentinos que por distintos motivos no pueden acompañarla hasta la cumbre serrana. En torno a las dos y media de la tarde a hombros de su cuadrilla de santeros, la procesión llegaba al santuario.