Durante la pasada madrugada unos vándalos han destrozado la vitrina urbana del proyecto “Libros Libres” situada en la plaza Pemán Aramburu. A expensas de las averiguaciones oportunas, de momento se desconoce al autor o autores de este triste incidente que ha venido a suscitar duras críticas en redes sociales por parte de vecinos y usuarios de este servicio público.
Los responsables de este acto vandálico han roto el cristal de la vitrina y varios de los libros que albergaba en su interior esparciendo las páginas de algunos ejemplares por los alrededores. Sin duda una circunstancia recriminable que no debería volver a repetirse.
Cabe recordar que el proyecto “Libros Libres” comenzaba su andadura en junio de 2022, siendo concejal de Educación Encarnación Camacho y que además de la ya mencionada en la Plaza Pemán Aramburu, se colocaron vitrinas en el lateral izquierdo del ayuntamiento, en el lateral del quiosco del Paseo del Coso, junto a la puerta del Centro Cívico El Valle, en la Barriada Nª Señora de Araceli, en el Paseo de Rojas, en la Avenida Blas Infante, en la Avenida Luis Alberto de Cuenca, en la calle Iglesia de Jauja y en el parque infantil cercano al Centro Cívico de Las Navas del Selpillar.
Un proyecto en el que la delegación municipal de Educación invirtió aproximadamente 3.300 euros y que contó con la colaboración de la empresa lucentina Bronpi como responsable de la ejecución de las vitrinas.
El objetivo de esta iniciativa era y es que los amantes de la lectura puedan disfrutar en las calles de Lucena de una red de libros a través de los distintos barrios y pedanías de la ciudad, de forma totalmente abierta a todo el público que desee hacer uso de los mismos.
Tras el paréntesis obligado por la pandemia de Covid 19, el ayuntamiento y la asociación Amigos de la Escuela recuperaban en octubre de 2021 la red de vitrinas ‘Libros Libres’,
Un proyecto que recobraba vida manteniendo, en esta nueva etapa, la esencia de su argumentario inicial: sacar los libros de la biblioteca a la calle para hacer de la lectura una actividad aún más asequible, pues cualquier persona puede llevarse a casa el libro elegido para emplear en su lectura el tiempo que necesite antes de su devolución.
Una iniciativa abierta al conjunto de los barrios, solidaria porque la mayoría de los libros proceden de donaciones y ecológico por aportar una segunda oportunidad a libros que suelen estar apartados en las casas”, así lo resumía Antonio Moyano, representante del colectivo Amigos de los libros encargado a través de personas voluntarias y con la ayuda de la biblioteca municipal, de velar por la distribución de los libros y porque siempre haya ejemplares suficientes.