La concejal delegada de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Lucena, Irene Aguilera presentaba el programa LUCYA con el que se pretende ayudar a las personas mayores que viven en soledad. Según Aguilera, aunque la soledad no deseada no es un fenómeno ligado a una etapa concreta de la vida, la evidencia es que la persona mayor es donde más prevalece ya que por diversos factores personales, familiares y contextuales conviven con esta desagradable situación.
Así, según el Observatorio de Personas Mayores, la soledad no es una situación buscada, sino impuesta por las circunstancias de quien la sufre, incrementadas con la edad y condicionadas por el género ya que las mujeres, al ser más longevas, están más predispuestas a vivir solas durante la vejez. En nuestro municipio, actualmente existen 7623 personas mayores de 65 años, de las cuales el 56% son mujeres.
Desde la delegación de Servicios Sociales se pretende hacer frente a este problema y paliar los efectos de esta llamada epidemia del siglo XXI, y para ello se ha puesto en marcha el proyecto “LUCYA” Lucena cuida y acompaña, donde sus objetivos principales son la atención a situaciones de soledad no deseada, así como la detección temprana de posibles casos.
Según Aguilera, en Lucena, el 21% de las personas mayores de 65 años, viven solas, y entre este porcentaje el 41% son mayores de 80 años. Para ello, “LUCYA” será un programa de atención a situaciones de soledad no deseada mediante el desarrollo de actividades de acompañamiento y sensibilización social hacia las personas mayores.
El programa cuenta con 4 fases. Actualmente se ha iniciado la primera de ellas con la que se pretende conocer la realidad social de nuestro municipio con la realización de encuestas donde se recogen los datos más significativos del entorno. La encuesta la puede realizar cualquier persona mayor de 65 años a través del código QR de los folletos.
La segunda fase consistiría en la detección de casos para tratar y paliar la soledad no deseada, la elaboración de un censo en cada zona de intervención de personas mayores en riesgo o en situación de soledad no deseada, mientras que la tercera de las fases de centrará en desarrollar redes sociales de apoyo y facilitar la vinculación de las personas mayores que se sienten solas con la red social de proximidad, promoviendo su participación en los recursos públicos y privados. La principal finalidad es la de posibilitar la integración social de personas mayores sin apoyo familiar que se encuentran confinadas en sus domicilios por barreras arquitectónicas y sensibilizar para involucrar a otras generaciones o colectivos.
