Y, desde Santiago, la esencia del Jueves Santo lucentino. La Columna atravesando el llanete en ese suspiro contenido, esa rabia desatada, ese vértigo desmedido, pero siempre preciso. La Esperanza, que no cabe, pero siempre cabe. El Caído con su hermosa y serena belleza y la Salud con su morado palio.
Todo Lucena, todo Jueves Santo, ni la lluvia pudo con las ganas.
Un trabajo de @gitanitofotografia @gitanitophoto para Videoluc TV.