Ambos colectivos coinciden en que cualquier proyecto debe buscar la integración de los elementos ya existentes especialmente cuando se trata de árboles de gran porte.
Desde las asociaciones medioambientales MEJORANA y ENEA hacen un llamamiento al gobierno y toda la corporación municipal, así como a la ciudadanía de Lucena para denunciar el último episodio de eliminación de arbolado urbano.
Se trata de varios ejemplares de plátano de sombra, uno de ellos de gran porte, en la ronda de San Francisco. Esta es la dinámica que se viene sucediendo en nuestra ciudad, como los árboles eliminados de esta y otras especies en Avenida de la Infancia, Carretera de Cabra, Huerta del Carmen o el Cascajar.
Somos conscientes de que el urbanismo de una ciudad se somete a cambios para mejoras o adaptarse a nuevas necesidades. También somos conscientes de que se han creado nuevas zonas verdes y se han plantado nuevos árboles. Pero cualquier proyecto debe buscar la integración de los elementos ya existentes. Especialmente cuando se trata de árboles de gran porte, los cuales son irremplazables y beneficiosos.
Para que se hagan una idea, según datos de la ONU, un árbol maduro:
Absorbe 150 kg de gases contaminantes /año, actúa como filtro para partículas finas como el polvo, suciedad y humo, ayuda a enfriar el aire entre 2-8 ºC, mejora la salud física y mental, aumenta la biodiversidad, regulan el flujo del agua, aumentan el valor económico de cualquier paisaje urbano o propiedad.
Frente al escenario que se nos plantea con el cambio climático de temperaturas medias más altas y durante mayor periodo de tiempo. Es fundamental que nuestro modelo de ciudad se adapte a esta situación conservando y favoreciendo la existencia de los árboles.
De nada sirve que nuestra ciudad se sume a tropecientas agendas, manifiestos y demás declaraciones de intenciones por el medio ambiente, si en la práctica nuestra realidad es que cada vez tenemos menos árboles de gran porte.