Porque todo tiene una vuelta, un comienzo y un final.
Porque todo tiene la medida justa y precisa, los momentos y las emociones sin medida en la medida de los tiempos precisos y preciosos.
El ritual se volvió a cumplir, con los albores de la primavera vienes y con, casi las postrimerías, te vas.
El azahar perfuma tu llegada, el sol baña el nácar de tu cara y el rojo de tus labios.
El altar baja del cielo por abril y vuelve a subir al cielo en el que vela por Lucena por junio.
Porque todo tiene una vuelta, un comienzo y un final, como la vida, Araceli.
Eres la blanca azucena, la que perfuma los días, la que da sentido a las horas, la que mide los tiempos, la que para los pulsos, la que manda en el calendario de un pueblo, la que une a los que creen y a los que no porque en Ti ven a la madre, no ven solo una naturaleza divina, ven esa naturaleza humana de la madre, esa madre a la que Tú recuerdas, las que están y las que ya no están, pero que en Ti, en tus ojos grandes y profundos se reflejan.
Vuelve, de nuevo, Araceli, por abril. Lucena, y el que te escribe, siempre te esperan.
Texto y fotografías: @gitanitofotografia @gitanitophoto para Videoluc TV.