Después de una larga contienda administrativa y judicial, los vecinos de Campo de Aras y Cristo marroquí podrán quedar tranquilos porque no les faltará el suministro básico de agua para sus viviendas
Con fecha 13 de junio de 2024 fue dictada Sentencia del Tribunal Superior de Justicia con sede en Sevilla en la que se estimaba la demanda interpuesta por la letrada lucentina Isabel Guardeño Pino en defensa de la Asociación de Vecinos Crisaras contra Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, acordando anular la sanción impuesta en su momento y la obligación de inutilizar las captaciones con objeto de evitar el alumbramiento de aguas.
Según constaba en la Sentencia, los hechos imputados consistían en “tener en explotación una captación de aguas subterráneas para abastecimiento de 500 viviendas, dos bares y naves industriales, situado en perímetro de protección para abastecimiento, así como derivación del Nacimiento de Zambra en el sitio denominado Campo de Aras, término municipal de Lucena (Córdoba), sin autorización de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir”.
Tras la exposición de los diferentes motivos impugnatorios que fueron alegados por la abogada de Crisaras, la Sentencia razona que se ha producido vulneración del principio de culpabilidad, toda vez que la prestación de ese servicio público básico se ha venido haciendo por la demandante, precisamente del modo y forma determinado y aprobado por el Ayuntamiento de Lucena en 1985; que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir conoce la realidad de la situación descrita desde hace años, concretamente desde el año 2008 y a la que no se siguió por el Organismo de cuenca la incoación de ningún expediente sancionador; y, lo que no es menos definitivo, no existe un sistema de suministro de agua potable a la citadas viviendas alternativo al que fuera denunciado.
Con fecha 9 de septiembre de 2024 se ha declarado por el Tribunal Superior de justicia la firmeza de la Sentencia al no haberse ésta recurrido ante el Tribunal Supremo por parte de Confederación Hidrográfica.
Después de una larga contienda administrativa y judicial, los vecinos de Campo de Aras y Cristo marroquí podrán quedar tranquilos porque no les faltará el suministro básico de agua para sus viviendas, al igual que los dos restaurantes y algunas naves industriales que existen en la zona en pleno funcionamiento.
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