A las 7 de la tarde, en punto, sin un segundo arriba, sin un segundo abajo, como siempre, Ella, fiel a su cita anual y Lucena, esperándola en la puerta de la Mina.
Se produjo el relevo de la corte aracelitana, la emoción y las lágrimas afloraron entre las damas y aracelitana mayor que dejaban su puesto y las que, de manera ya oficial, recogían el testigo ante la Virgen. El clero local, la agrupación del Cristo de la Humillación, la bandera nazarena, la bandera de la Real Archicofradía, la presidencia, la corporación municipal, toda la pompa y el boato para recibir a la alcaldesa perpetua de la ciudad, pero la que brilló por encima de todo, como debe de ser siempre, fue Ella entrando a su ciudad, a tomar posesión de la villa de la que es dueña, reina, patrona y protectora.
Todo discurrió como siempre, el llanete de los Dolores, el saludo a los mayores de San Juan de Dios, el río de la calle Maquedano hacia abajo con la lluvia de flores en la casa de la Virgen y en todos los balcones de la empinada calle, el coso y, esta vez San Pedro abajo para llegar a San Pedro Mártir donde Jesús Nazareno la esperaba para presidir junto a Ella una semana de oraciones y visitas sin fin a las dos grandes devociones de Lucena. Desde allí, la Virgen, partirá a San Mateo la tarde del próximo sábado 27 de abril a hombros de sus hermanos y devotos.
Culminamos así la galería de la romería de bajada de María Santísima de Araceli desde su Real Santuario hasta Lucena.
Un trabajo de @gitanitofotografia @gitanitophoto para Videoluc TV.
