La corporación municipal descubría junto a la familia de Enrique Cuenca López, la placa con el nombre del cofrade lucentino, en los jardines que se ubican junto a la calle Zagrilla.
Charo Valverde, como concejal delegada de Patrimonio destacaba la figura de Enrique Cuenca López como un gran defensor de las tradiciones y trabajador en el ámbito cofrade. Premio Cofrade Manolo Ramírez en 1994.
Su hijo, Enrique Cuenca Porras, destacó a su padre como un buen hombre, siempre dispuesto a ayudar de manera desinteresada que valoraba la bondad, la compasión en los demás y que siempre encontraba la manera de seguir adelante.
En el mundo cofrade, añadió, fue una persona muy importante para Lucena, a la hora de vestir a las Vírgenes de Pasión y de Gloria, destacando su papel como mayordomo de la Virgen de las Campanitas, o María Santísima de Araceli.
El alcalde, Aurelio Fernández, indicaba en su intervención que con esta nominación se siguen saldando deudas con lucentinos muy queridos que se merecen dar nombre a enclaves de la ciudad.
También intervinieron los nietos de Enrique Cuenca López, Enrique e Iria Cuenca, a través de una poesía y con el relato de anécdotas que demuestran el cariño que le profesan y la huella que ha dejado en ellos.