VENERACIÓN EXTRAORDINARIA CLAUSURA 75 ANIVERSARIO CORONACIÓN CANÓNICA

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Desde día 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción, patrona de España, hasta el domingo día 10 de diciembre en el Real Santuario Diocesano de María Santísima de Araceli, patrona de Lucena y del campo andaluz, se viene celebrando un piadoso acto de veneración extraordinaria a la que es Madre dulce y buena de Lucena como colofón a los actos celebrados con motivo del 75 aniversario de su coronación canónica.

La fría mañana del día 8 se abría en el Real Santuario con una misa flamenca en las voces de Antonio Nieto “Carapapa” y Tete Pineda que, en el transcurso de la misma estrenaron unas sevillanas, dentro de la línea de las sevillanas clásicas no exenta de una exquisita belleza, en honor a la patrona cuya autoría corresponde a Francisco Romero Gutiérrez, también se ha de destacar que en el transcurso de la ceremonia se bendijo el nuevo cetro del campo andaluz que la vocalía de Juventud de la Real Archicofradía ha ofrendado a María Santísima de Araceli salido del obrador de los talleres Gradit de Lucena en plata de ley bajo diseño de Javier Aguilar.

La Virgen, a los pies del presbiterio de su joyero santuario, que está hecho a la medida y realeza de su belleza, toda grandeza y elegancia, espera a todos sus hijos hasta el día 10 de diciembre. Muchas veces la definición de la belleza es harto compleja de explicar, pero, en otras ocasiones, es tan fácil como mirarse en los ojos de la Madonna del Ara Coeli y no ser capaz de sostenerle la mirada, ver su boca entreabierta que, a veces, esboza una sonrisa y otras es la más absoluta de las seriedades. Ella es regia, soberana, elegante, humana, diosa, divina, celestial y terrena a la vez. En su salón del trono, adornado con las flores para la pura y limpia concepción del Altar del Cielo más soberano, enjoyada con oro de Ofir, la media luna a sus pies, el terno de los castillos y los leones, ese Niño que sostiene la demanda para su Madre, las llaves de Lucena, la corona de Andújar en su saya, el cetro regio profusamente enjoyado de pedrería, el rostrillo de mil piedras preciosas, las coronas de Cayetano, la visión más cercana de la realeza de la única reina ante cual todo mortal ha de postrar su rodilla y que, a la vez, es tierna madre, dulce, buena e indulgente.

Hinca tus rodillas, Lucena, rézale un avemaría y, si puedes, sostén su mirada, si estás limpio de alma y corazón Ella lo verá en tu interior y si no lo estás, Ella te limpiará para hoy y por siempre.

Un trabajo de @gitanitofotografia @gitanitophoto para Videoluc TV.

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