El precio de los alimentos aumentó considerablemente el último mes del año pasado hasta alcanzar el 15,9 por ciento. Esto hizo que la inflación general se situara en diciembre en el 5,7 por ciento, y la subyacente, es decir la que no tiene en cuenta los precios de los productos energéticos y los alimentos frescos, se situó en el 7 por ciento, la más alta desde noviembre del año 1992. En la provincia de Córdoba, el último mes del año se cerraba con una inflación del 5,2 por ciento, cinco décimas por debajo que el mes anterior.
El Instituto Nacional de Estadística ha publicado hoy las cifras definitivas del IPC de diciembre. A pesar de que la inflación general ha descendido más de cinco puntos tras el pico alcanzado en julio pasado con un 10,8 por ciento, los precios desde esa fecha han disminuido tan sólo un 0,08 por ciento.
En relación a los meses, los precios subieron en diciembre un 0,9 por ciento respecto al mes anterior. Tras la alimentación, lo que más se incrementó de precio fueron los paquetes turísticos y las bebidas no alcohólicas.
El dato de diciembre nos revela que la inflación se ha situado en promedio de 2022 en un 8,4 por ciento, frente a la subida de los sueldos del 2,78 por ciento que se produjo en España, según la Estadística de Convenios Colectivos del Ministerio de Trabajo. Esta diferencia arroja una pérdida del poder adquisitivo de unos 5,6 puntos para los trabajadores.
El incremento de la alimentación es uno de los temas que más preocupa a los ciudadanos. Sólo en diciembre los alimentos y bebidas no alcohólicas se incrementaron en un 1,6 por ciento con respecto al mes anterior, algo que esperemos que se contenga a lo largo de este año con la rebaja del IVA en algunos alimentos básicos que entró en vigor con el año nuevo.
